Ahora me llamo Luisa

Este cuento de Jessica Walton y Dougal MacPherson cayó en mis manos mientras rebuscaba en la biblioteca y su título me llamó la atención. En cuanto lo leí supe que tenía que reseñarlo y enseñároslo a todos vosotros, ¡porque es una verdadera joya!

Martín y el osito Luis son muy amigos y juegan juntos siempre, pero un día el osito Luis está muy triste. Martín le pregunta qué le pasa, pero Luis tiene miedo a contárselo y que deje de ser su amigo, a lo que Martín le responde que eso no pasará. Entonces el osito Luis le explica qué le pasa: «Necesito ser yo mismo, Martín. Dentro de mí, siempre he sabido que soy una osita y no un osito. Me gustaría llamarme Luisa y no Luis».


A Martín no le importa si es una osita o un osito, lo que realmente le importa es que son amigos.
Los dos amigos llaman a Ada, a la que explican el cambio y a ella le parece estupendo, pero antes de ponerse a jugar los tres, Luisa quiere hacer un último cambio, se quita la pajarita  y se la coloca en la cabeza, ¡siempre quiso llevar un lacito!

Me parece un cuento precioso y muy tierno que trata de una manera muy natural un tema tan delicado como es la transexualidad en niños.
Me hace tremendamente feliz poder encontrar cuentos como éste para poder explicarlo a todos los niños, se sientan o no a gusto con ellos mismos. Es una manera de no crear tabúes con la transexualidad como los hay hoy en día y tratar el tema con total naturalidad.
Este álbum ilustrado de la editorial Algar trata unos valores primordiales para todos como la amistad, el respeto, la aceptación del propio cuerpo, en definitiva, el ser FELIZ. Me ha encantado una frase del cuento donde Ada le dice a Luisa: «Muy bien, Luisa. ¡Ponte lo que te haga feliz! Yo ya no me volveré a poner el lazo porque prefiero llevar el pelo suelto».
Podemos aprovechar este cuento para conversar sobre qué le hace feliz a cada uno, las decisiones que nos gusta tomar a cada uno de nosotros con nuestras cosas, etc. Todos sabemos que a los niños les encanta tomar sus propias decisiones cuando empiezan a diferenciarse de sus padres y a crearse su propia identidad, lo que les hace únicos a cada uno de ellos.

A Pequeña Lectora le ha encantado desde el primer momento, tanto la historia como las ilustraciones tan bonitas que tiene. No tengo claro si con tres añitos lo ha llegado a entender o no, pero lo que me interesa es que para ella sea algo natural desde ya, si no se siente a gusto con su sexo o le pasa a algún amigo o amiga, que no lo vea como un problema. De momento no me ha hecho ninguna pregunta, en este cuento se aborda el tema de una manera muy bonita y adecuada a la edad.

Lo verdaderamente importante en esta vida es ser feliz ¿verdad?, y más en la infancia, los niños no deberían tener preocupaciones más allá de a qué jugar. Qué más da si uno se siente niña o niño, lo importante es aceptarse y ser uno mismo.

¿Qué os parece este cuento? ¿Conocéis otros que traten el tema de la identidad sexual?